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64 De la Confesión mas los que confiesan y comulgan mal, y en especial los que confiesan de año á añp é muy de tarde en tarde. Y le yolyió á repetir, que de estos.eran muchos los que se condenaban. Y tambien le dixo que el remedio era confesar y comul. ará menudo, con órden y direccion del Confesor, Despert. del Alma, fol 282. y 289. Otros muchos mas defectos á este tenor se pudieran referir aqui, y Sse.ex. perimentan. Todosestos que hasta aquí se han referido, son los que bruman el alma del pobre Confesor, pues le ha de constar del dolor y propósito ver dadero; pero las señales son muy con: trarias y no sabe como absolverles, ha» lNándose su corazon en una prensa. Y por. esto no hay que admirarse de que sea 4 muchos aborrecible el confesat á tales sugeros. Ni es lo que oprime al Confesor las muchas y feas culpas ni aunque sean sesenta años de sacif» legas confesiones , sino esta mala dis posicion con que llegan muchos. ¿Qué Juicio se ha de hacer de quien habien: do vivido quizá en torpezas, como un caballo desbocado toda su yidas ó- en so A A 07

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