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46 De la Confesion ro está que si. ¿Y si un ladron, cons fesando su pecado en secreto al Ju se librase de la muerte, seria este tun necio , que se dexase quitar la vida? ¿Quién tal habia de creer? Pues Mira, que está tu alma feísima por las culpas que callas por verguenza y esrá, por la presente Justicia condenada á muer. te eterna. Si confizsas bien, se pon. drá hermosísima como un Angel ; pos ro sino, teme no se execute en tí la sentencia , como en esta desdichada muger. ¿Qué diera ella por tener aho. ra el tiempo que tu malogras? Temg no se cuente de tí algun dia otro cas so, como el que se ha referido, CAPITULO 1V, DE OTROS MODOS INUTILES, y superfinos de acusarse. wmbien han de escusar en la Cona fesion de muchos modos inutiles, y palabras superfluas, de que usan ale gunas personas, como es decir: Me acuso, que notraygo el dolor que debo, mi he examinado mi conciencia, como st obli.