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' ñ 3 E q e De la Confesion si él las llorara y gimiera 5 y dixo que no podía decir lo que le mandaba, si aquella criarura no le daba licencia pa= ra ello. Diósela gustosa, aunque muy congojada de los efectos que ran vil huesped le ocasionaba. Con que: el mismo demonio , por boca de la mus ger, las fue diciendo todas con claris dad y distincion , sin dexar ninguna de las que ignoraba, quedando fixas en su memoria para confesarlas.por sí misma quando quisiese 5 estando muy, cierta de haberlas cometido mas habia de treinta años, y mas de doce que te» nia consigo aquella ruin compañia. y, legiones de demonios. Confesóse poco despues con grande arrepentimiento y, consuelo de su alma, quedando libre de aquella opresion diabólica. Este mismo Padre dice alli, que habian llegado á sus pies algunas per= sonas poseidas de Saranas, por pecados callados en la Confesion, de cuya po.- sesion corporal ellas estaban descuida= das é ignorantes, por el disimulo con que el demonio estaba en ellas sin has cerles daño muy considerable, ni pror- rumpir en Extremo, síno en perseve= rar