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38 De la Confesión la manifestó ¡Dios los muchos que se condenan, y dixo al Señor: ¿Pues mo hay muchisimos Predicadores y ConfesorestY su Magestad respondió : Hija, ántes son muy pocos los buenos: Predicadores y Con fesores , porque esos muchos que bay, no “san todos obreros mios3 pues no procuran mi pretenden el aprovechamiento de las almas sino sus provechos vanos.(L.3.e.5,) Gran desdicha será para: aquellos Predicadores que , déspues de haber gastado muchos años, calor natural (y aún dineros) en estudios con largas fa- tigas , desvelos y sustos que suelen pa- rar en perder la salud , y aun en poner: se éticos y tísicos, hallarse al cabo de la jornada vacíos de premio, y quizá dignos de un eterno castigo , semejan- te al que se reveló 4 un Siervo de Dios (como refiere el Padre Gavarri en sus Instrucciones) el qual vió en el infierm 4 muchos Predicadores con las bocas llt= mar de un bediondisimo estiercol, pers vana predicacion. Su Magestad nos dé luz 4 todos las Predicadores y Confe: sores para conocer nuestro riesgo, para la enmienda. Concluyo este” capítulo con' , excm: