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y Comunton, Trat. IV, 333 ta los Seglares; pues con todos habla la doctrina de Jesuchristo; y que por falta de ella y de consideracion está rdido el mundo, Gran premio espe- ra en el Cielo 4 los que asi lo hacen: gui fecerit et docuerit , bic magnus vocabia tur. in Rego Colorum., Los Predicadores pueden tambien ayudar mucho á las almas, Estosen la úblico, y los Confesores en secrero, Unos y otros son los soldados fuertes que están puestos en latfrente ó van= guardia del excrciro de Jesuchristo con- tra el de Lucifer. Pero si los Predicado- res solo mitan en sus Sermones y dis. cursos , á obstentarse sábios , agudos y eloqúentes, y á buscar interés, gages yalivios; y á conciliar el yano aplauso y lisonja de los oyentes , adulterando (como dice S, Pablo) la palabra de Dios, serán reos en su diviro Tribunal de la perdicion de muchas almas, Coteje el Predicador ,ó haga reflexion , si le han buscado muchos para desahogarse, con: fesarse y enmendarse , de resulta de sus predicaciones; y por ahi podrá inferir, sisu predicacion es de algun fruto. Á la Venerable Doña Marina de Escobar Y la