BCCPAM000272-2-11000000000000

832 De la Confesion lucion , quando fuese necesario, sin reg peros humanos, no hay duda se remes diaria por la mayor parte el desorden de los vicios; pues viendo todos y toy das , los puertos cerrados, era medio admirable de corregirse ; pero si lo que unos edifican , otros destruyen; si unos reprehenden y estrechan, y otros dan opiniones anchas ; si unos dicen, con ¡Jesuchristo , que es angosto el camie no del Cielo , y otros con prudencia de carne humana lo ensanchan , ¿qué ha de suceder , sino rener el diablo sentas do su rancho, aun en la Christiana dad , porque no le faltan agentes de su faccion $ Lo que se ve, es que son inumerables las confesiones ; pero cada dia se aumentan los vicios , excesos y profanidades, con tan malas consecuens cias como se experimentan 3 y asi te» man Confesores y Penitentes, su eter- nacondenacion, Refieren los PadresAn- drade y Parra (fol. 329.) de cierto Con- fesor, que confesaba 4 un Caballero de no muy ajustada vidas y en lugar de irle 4 Ja mano y reprehenderle, pro- curaba darle gusto en todo, por sus ins tcreses particulares, las penirencias eran suas

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz