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324 De la Confesion pario ni el Sacerdote que dá la Comua niov,¡Oh! á quantas mugeres fuera muy justo negarles la Confesion y Comux nion por esto , y se les pudiera decir la quedixo el V. P. M. Avila á Doña San: cha Carrillo,antes de convertirse quan do llegó 4 confesar muy profanamenta vestida. ¡Ob Señora! como me huelen trisa temente á Infierno esas sus galas. Pala bras fueron tan penetrantes, que de allí se originó su admirable conversion, (Se hor Barcia, Serm. 41.) Mucho pueden remediar los Confesores zelosos; pero yo juzgo, que pueden mas los maridos padres de familia, pues cada uno es E, en su casa. Y ojalá hiciesen mus chos lo que hizo un prudente Caballe. ro, queen un tajo hizo con una cus chilla menudos pedazos todos los diges profanos de su muger. Y éstas deben temer, que (á buen librar ) tendrán un rerribilísimo Purgatorio, si no se en: miendan. : Hablar, ni escribir contra las modas, se reputa de muchos portiempo perdido porque dicen , que eso suele ser distin. cion de personas, ó á lo masuna supel- fluidad, que se pagará com muy bue : Pur