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Comunion. Trat. 1Y, 319 dndeno sin remedio. Y al punto vieron rodos, que levantándola los demonios én el ayre, dieron con ella en las vigas y despues la estrellaron contra el sue- jo, y espiró infelizmente, Esto se sigue de un escándalo. Tambien se refiere en las Chonicas antiguas de mi P. S, Francisco (2: p.). 4 sap. 30.) que reprehendiendo un Confe- sor, con santo y apostólico celo, á una Señora de París, herida de esta peste de trages profanos, le dixo : To- das estas pompas y adornos son arma del demonio, para robar las almas y quitár= selas á Fesucbristo. La muger enron= ces, amedrentada, dixo: Plegue 4 Dios, que si hay en mí adorno algo contra su Magestad, y que pueda ser ocasion para pesar , que el demonio como cosa suya, se la lleve. ¡Cosa rara! Al instante «pare- ció una sombra horrible, y á vista de todos le quitó lasjoyas, zarcillos y ga- las, y se oyó una voz del demonio que decia: Estos son los lazos, las redes y las vanderas con que cazo las almas , y me las llevo al Infierno. Consideren este cas soalgunas mugeres 3 que importará que supasion y deseo de vanidad quiera per- sua-