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y Comunion. Trat. 1V, 311 una limosna, se la niegan , y tiznen las entrañas duras y sin compasion: y al mismo tiempo tienen aliento para en- yidar los quatro, diezó veinte pesos , ó doblones,. sino son mas3 ó para comi» lonas, convites y otros excesos. ¿Es verdad esto infelices? ¿De que son es- tas señales? Oygan este espantoso.caso al inten. 10,'que tc fiere Cesario, lib, 5. cap. 34. Dice, que en el Obispado de Colonia hubo. un hombre jurador,.con demasia y con muchos de Jos vicios, qué se han propuesto, trae consigo el juego: per- mitió Dios, que en castigo de su desba= rato , el demonio en forma de hombre se pusiese 4 jugar con él, y le ganó quanto tenia, El desesperado, le dixo; Tu debes de ser el diablo. A estas razo= nesse- descubrió el demonio, y envis- tiendo.con el desdichado, se lo, llevó por el rexado con horrible estruendo, y en él.dexó.sus entrañas. para muestra del castigo, y su-alma.fueá parar á los Infiernos, y no se sabe si tambien su Cuerpo, pues:nunca mas parcció, Te- man semejante castigo losque se entres ganá esta desenfrenada pasion. 2 eS! Va Has