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y Comunion. Trat. IV, 275 qué pasen por tales cosas. ¡Quántas ves ces han hecho, que sirvan á esto lus vestiduras Sucerdota les! Quántas accio- nes tan inmundas se han cometido qual si fuera en tuna caballeriz:, en talesfune ciones, á que'van,no á:venerar á Chris. to recien nacido, sino á crucificarle de nuevo, como dice San Pablo. ¡Q.:é de irreverencias contra el Santísimo Sacra= mento alli inmediato á su Magestad! ¡Y quántas veces se eligen las Iglesias y Capillas del Sagrario , por abrigadas para los ensayos, represente ndo al vivo las comilonas de los Pastores! ¡O Vene= rables Señores Curas! Terrible cargo os amenaza, y se os haráde no celar vues- tra Iglesia y Casa de Dios, No seráes- cusa el uso ó costumbre , pues estando tan adulrerada , se le debe cortar la ca- beza. Y si por vosotros no pod:is (que sinueden muchos, mas suelen hacerse cón- plic:s) acudid á los Señores Obispos, que pondrán eficáz remedio , como yo sé de algunos que lohan hecho, des- arraygando tora!mente esta pestilencia, y no soloen nochesd: Natividad, pero enorros dias y fiestas , en que con es- tos, ó semejantes empleos muchos bár» S 2 ba-