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262 De la Confesion CAPITULO VIIL REFLEXION PARA LOS SEÑORES Sacerdotes, Ambien es justo digamos algo pa» ra los Señores Sacerdotes, no pa= ra ens.ñorles, sivo para¿acordarles lo que ya saber, y que deben exáminara se con mayor diligencia para la confe= sion , pues su estudo pide gran pureza y santidad , San Pedro dice : Incipiat juditium a domo Dei. Y en la vision de Ezequiel mando Dios á los Angeles, que conmenzasen por el Santuario, que son los Sacerdotes: A Sanctuario meo incipite. Con que no debe estrofñarse se diga algo para los Sacerdotes. Verdaderamente , que si bien con= sideramos la perfeccion de nuestro es- tado, tan superior y disri»to de el de los Seglares , lós defectos y cu'pas que en éstos serán leves, em nosotros qui» zá delante de Dios serán gravisín os, Una chanza , una mertira , uña entra» da freqúente, ó visita-ó conversacion menos precisa, aunque no sea mala, sue: