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| | | 254 De la Confesion los Señores Obispos. Y suele haber más nos de lo que muchos imaginan , por, que el empleo “si se hace como debe ser) es mas penoso (y aun peligroso) de lo que se piensa. En las Visitas sue. len aunarse para callar: y tambien sue= le ignorarse de quatro partes las tres; peroen las Misiones, todo se descubre, y es como el ojeo general: y alli fora titér O suavitér obra la Divina gra. cia, lo que no puede, ni la amenaza, ni. la excomunion. Y si acaso se llega, el que los Se- ñores Obispos les repartan libritos á propósito, es lazo fuerte y medio ad. mirable para que persevere el fruto, De uno, y orro dexó á todos exemplo ad= mirable miVenerable Señor, exemplo de Obispos, el Sr. Don Josef de Barcia, Obispo de Cádiz , que alli fundoá sus expensas una Mision perpetua en los Re- ligjosísimos y Sapientísimos Padres Do- minicos, y pasa el 4 Arzobispado de Gra- nada, y Obispado de Málaga, su Pa= tria, fundó otras dos 3 como tambien r-partia muchos y varios libritos devo- tos á sus ovejas; y con estoes mas per= manente en- su Lugar la doctrina, Y asi $0-