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Comunion, Trat. 111, 247 talcon mandarlos labar? ¿Quantas veces se vén, no solos mas limpios, sino mas abundantes, los manteles y servilletas de sus mesas, y muy sobrada y aci- nada la ropa blanca en sus arcas; y los Altares de la Casa de Dios tan po- bres, tan indecentes y desnudos: co» mo tambien las Álvas y Amitos tan rotos y gastados, que es una compa- sion y aun escándalo? ¿Quantas veces están mas limpios Jos vasos de la sal- villa, que los Cálizes y Vinageras : ¿Es posible, Señores (los que sois compre- bendidos ) que no os dá en rostroy aun asco , de beber la Sangre de Jesuchris- to y las purificaciones con tales Va- sos? ¿Lo sufrierais en vuestras mesas, ni en el convite? ¿Qué es esto, que ve- mos? ¡O Sacerdotes del Altísimo! dón- de está el zelo de la honra de este Se- ñor, que todos los dias viene á nues- tras manos y pecho? ¡O Jesus mio! enamorado de lasalmas ¿¡quanto sufres de estos desacatos porel amor que ros tienes! ¿Pues qué,si se atiende á las Iglesias y Sacristias? ¿Quartas suelen estár ran indecentes, tan llenas de te- larañas , de goteras y tan desamparadas; Q4 y