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y Comunion. Trat, 117, 845 mos vuestros q quien debeis sustentar del Patrimonio de nuestro padre. Con crueldad nos quitais lo que en vanida= des y juegos expendeis, Llamo Christo nuestro Señor 4 los Ministros de su Altar Sal mistica de la Mesa de su Iglesia: Vos estís Sal, La Sal preserva de conrrupcion3 pero es me- nesrer que se deshaga la sal. ¡Amenaza á la doncella la corruccion de la culpa por sr pobre? ¿Al necesitado, la cor= rupcion del hurto? ¿A la pobre viuda ó casada , la corrupcion lamentable de su honra? ¿Qué remedio? Deshagase la sal en limosnas, que las remedie y preser= ve de ofender á Dios. Pero si la sal se está entera, si la sal no se deshace, co- mo no ha de haber corrupciones, ¡O Venerables Señores Párrocos y Sacerdotes! Tarda es la caridad, que aguarda que el-necesitadola pida Beatus qui intelligit super egenum et pauperem, Aunque en todos los pobres esbien em- pleada la limosna; pero la mas acepta a Dios, es la que se da 4 los vergon- zantes y á muchas personas de oblis gaciones , que su rubor les impide : y a muchas viudas y doncellas, que su Q3 ne-