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192 De la Confesion Confesor no conocido ; aun lo Jefa dia porfiadamente contra un experiméns tado Misionero; pero ahora conozco mj engaño por falta de experiencia , por que ni basta el no ser conocido, ni el predicarlo , ni el preguntarlo á los Pe. nitentes , ní los libros , si Dios no Je ayuda con especiales auxilios , para que arrojen de sí al demonio mudo, y ellos tambien procuran corresponder, Y por eso he repetido tanta doctrina acera de este punto en ambos Tratados, Ya reconozco , que no por estotos do se puede remediar; pero algun pos quito de fruto espiritual espero en Dios se ha de conseguir. Los practicados y zelosos, como tambien muchas almas piadosas, creo lo estimarán , porque co- nocen la necesidad é importancia, y porque la piedad todo lo convierte en bien ,como dice San Pablo: Pietas aj. tem ad.omnia utillis est 3 pero quizá los meréespecularivos no se persuadiráná esto con facilidad; porque como dice €l Espíritu Santo : Qui non est expertas, pauca recognoscit. ( Eccl?,38.) Y comoh no práctica equivale ála ignorancia, de aqui quizá vieneá parar 4: lo que dí: ce