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y Comunion, Trat, 11. 171 den, porque los indicios y lo que ex- perimentan, les obligan a lo contrario: y esto les causa mucha pena. B A todas estas personas digo lo mis- mo que queda referido de los demás pensamientos, esto es, que no hay con- sentimiento donde falta la voluntad, De= más de esto, si una cosa ó accion se ve en el próximo, que es claramente max la es disparate quererse persuadir á que es buena, ni nadie pecará por estos pe- ro. €s verdad, que la caridad pide que nos compadezcamos de nuestros pró- ximos , queriendo para ellos lo que pa- ra nosotros, y asi debemos ocultar sus defecros y no andar censurando, ni inquiriendo vidas agenas, ni arisyando ni espiando si entra ó sale, Sec. quan- do no nos toca; pero si algo se ha- ce por caridad, para remediarlo, ha de ser como manda el Evangelio; y esta misma caridad dicta y enseña (co- mo dice San Francisco de Sales) que si la accion del próximo tiene cien caras malas y una buena, la miraremos por esta sola, y dexaremos las otras ciento 3 y quando no disculpemos la obra, disculpar la intencion óque seria muy