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y Comunion, Tat, II, 159 donde no hay voluntad no hay pecas do, Estos temores y escrúpulos en ta- les personas ordi rariamente provienen de que no saben distinguir entreel sen= tir y consentir, y tambien ignoran el principio de donde-esto nace. H:s de saber que tenemos (demas de las tres potencias del alma::y cinco sentidos) un sentido comun interior materia] ¿El qual reside en el cerebro, y alli se de- positan todas las. especies ó imágenes de cosas que entran por los cinco sen= tidos, y por estonos acordamos de tan= tamultitud de cosas varias, aun des= pues de muchos años, Aqui puedeaco= meternos el demonio, ya en sueños, y ya despiertos, revolviendo aquellas imágenes, y- levantando otras de nue- vo , como todos lo experimentamos sia podernos librar de esta molestia , Y por este. medio nos- convida € incita al pe= cado; que es como quien llega á llamar á la puerta de una casa para que le abran donde hay-un portero Y gUar= da queexámina y reconoce quien quiéx te entrar. Asi nuestra alma: con sus -potencias-es como la Reyna y Seño- ta que habia en este palacio interior, El *