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y Comunion, Trat. II. 135 jo. ¿Quién no dira QUe esta muger quiere mas al perrillo que ásu hijo? Pes ro sucede de alli á poco, que el mucha cho cae malo de cuid«do; vizne el Mé: dico y dice, que pira que el hijo sane; es necesario matar el perro y aplicár= selo á la boca del estómago, Oyó estó Ja madre y al instante dice: ¿Qué, eso es necesario para que mi hijo sane y viva? Pues maténle luego al punto que mas estimo yo la vida de mi hijo, que al perrillo. ¿Y esto era todo el amor queantes le mostraba, que parecia que: rerle mas que al-hijo? Sí, que el del perro era amor Sensitivo y muy super- ficials pero el del hijo era-amor Apre= siativo, intenso y verdadero. Ves aqui como se:explica y entiens de , que puede haber dolor verd dero de las culpas, y amor: Apreciativo de Dios, 4 quien sientes haber ofendido y deseas no ofender mas, aunque no sientas en tí lágrimas ni dolor sensible: Y en esto la mejor señal de tenerle vet. dadero, son las obras: esco es, estár dispuesta á no volverá cometer las cule pas por quanto hay en el mundo: pues como dice San Gregorio; Manifestatio: anio.