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y Comunion, Trat. 1 113 CAPITULO XVI, DE LAS GRAVISIMAS PENITEN- cias que se imponian antiguamente por los pecados, S supieran y considerarán las graves afrentosas y públicas penitencias, que antiguamente señalaban los Sagra= dos Cánones y Concilios, y ordena- ban á los Confesores, que impusieran álos Penitentes por los pecados, se hor= rorizáran y aun todos nos confundieras mos y-avergonzaramos de lo que hoy se impone, aun por mayores culpas, Dice Tertuliano y otros graves AÁn= tores y Santos Padres, que les prohi= bian entrar: en la Iglesia: andaban ves- tidos de siliclo y Ceniza: “cortados los cabellos : no asistian 4 convites y fes- tines: ni andaban 4 caballo: ayunaban dias determinados á pan y agua: y en los demás, ni comian catne , ni bebian vino, ni gustaban otros manjares deli= cados 5 y esto solia durar tres , Cinco y siete años; y lo mas grave y sensible era, queno se les permitia comulgar H Si.