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y Comunion, Trat. 1. 11T qué le dexen ir a ver unos capeos sé estuviera sin comer tres dias, si le pu- sieran esa corrapisa, como yo se lo oía un mozo del campo en cierto Lu- gar, el qual deseaba ir á verlos, y ha= cer dos suert:s. Y quántas mugeres de= licadas se hacen mártires del diablo, engarrotándose el cuerpo, arormentán= dose el rostro y cabeza, y comiendo cosas asquerosas, y padeciendo otras grandes penalidades por vanidad , que si el Confesor se las diera en peniten= cia no las admitieran; ¿cómo ni tam= poco los hombres? Pues ¿qué diremos de las quexas y ponderaciones disparatadas de algunos que suele haber en estos infelices tiem- pos, sobre siel Confesor dió en peni- rencia ayunar algunos Viernes al otro, que es un caballo desbocado en vicios y torpezas? ¿O qué hagan por algunos dias continuos alguna especial mortifi- cacion , ó exercicio d rezo, para repri- mirse en sus malos hábitos? ¿O qué lea Ó-medite cada dia por un mes algun paso de la Pasion, óÚ en la muerte ó infierno, Sc 4 Todo les parece impru- dencia ; y solo quieren libertad y blan- du-