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1O2 De la Confesion weian en él las asperezas de 2yunos mortifiaciones que se veian en los otros. Llegó-la hora de la Muerte, un Santo Morge vió que su'alma sua bía derecha 21 Cielo , sin-detención al. guna. Habia muerto aquellos dias otro Religioso penitentisimo, y este padeció algunos dias en el Purgatorio, ¿Cabán: ' dose de purficar alli para<subir ¿ta Gloria. Viendo esto el Santo Mon e! exclamó diciendo: ¿Es posible, Señor, que aquel con t:ntas penitencias , aún? tuvo que purificar y pad:cer, y esp otro con menos ayunos y «mortifica. ciones ha «volado sin derenerse 4 tu deli-ias eternasí Y le respondió el Se. ñor: Que ásise hacia con los que: estima h ban su preciosa Sangre, aplicada por me! dio de las Indulgencias desu sánta Lele sía, De este exemplo podemos sacar to. dos una graride ad» iraciony apradeci,! miento á la infinita bondad y liberalis dad de Dios con nosorros, y un gran deséo y propósito de g:nar muchas pues quien anda «con este cuidado , lo puede lograr facilmente; ya por la Bu la, Jubileosó Medallas, Escapularios 23.2 Cuerdas, Scc, y otras parciales que hay ' de : cony add - A Es A E 5 o xr E he