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92 “Dela Confesion esta noticia de gravísimo consuelo, ¡Pé ro ay dolor! que acabada esta multitud de años, se estará la eternidad ran ens tera y en su sér, y los condenados en sus tormentos como si no hubiera pas sado un instante. ¡O.eternidad! ¡Quién no tiembla! Esto es cosa: que pone esa panto, ver que siendo: Dios itfinitas mente misericordioso, y dió su vida con tan atroces tormentos por qual= quiera de las almas, y. nos ama mas que nosotros mismos y. si fuera nece» sario volviera á morir. por cada uno de sus redimidos, verá padecer aque= Jlas desdichadas almas en voraces llas mas y formidables tormentos por toda la eternidad , sin que jamás se mueva á misericordia : no porque en Diosmo la haya., sino porque es tan grave mal el pecado y la injuria que se comete contra su Magestad , desobedeciéndo- le y despreciándole , que merece: esté Justisimo castigo, ¡O pecado mortal, y quién, no huye de tí mas que de la muerte y de.los mas atroces tormen= tos! ¡O mal terribilisimo , y qué poco te conocen los hombres! Dadnos Sez ñor, luz para conocer su fealdad., y un