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345 puesta 4 romper las densas tinicblas de una mala po- litica, que ha ocasionado tantos males, y producido: tan espantosos desérdenes. (1) En los paises donde se entiende algo mejor el de- recho que tienen los catdlicos 4 la proteccion de la ley, se ven asambleas de muchos millares de hombres, que gritan pidiendo justicia 4 las naciones contra el atentado; y esos gritos han de producir su efecto: en los que reina la ley, pero sin aplicacion 4 los que qui- sieran imitar 4 sus hermanos derramados en toda la tierra, se forman tambien asambleas sagradas, en las cuales por medio de la oration se clama al cielo, pa* ra que envie 4 quien tenga escrito en los libros de su Providencia, y salve con la fuerza de su brazo al mun- do que bambolea en la caducidad de tantas malas (1) Al trazar estas lineas Iega ti nuestras manos un dia- rio, en cuyas columnas vemos unas .cuantas razones concer- nientes d asuntos politicos, que abrazan mucho en pocas palabras, Son de Mr. Gallicher, y dicen asi: «en -presen- cia de esta guerra impia que se hace @ la integridad é inde- pendencia de la Francia; en presencia de la indiferencia co- harde de naciones, « las cuales sus armas y sus tesoros han dado la libertad, sabremos en adelante lo que valen esas gran- des palabras de. solidaridad y fraternidad de los pueblos, ideas grandiosas, pero vacias de sentido, de las cuales hemos sido los caballeros, y de Jas que hoy somos tristes victimas, Nosotros habremos visto una vez mis la eterna comedia de lus revoluciones: cierta categoria de patriotas gritando: ji las armas! jd las armas}, y corriendo a escalar el poder, los cargos piiblicos y las cajas del Estado.» Mucho es Jo que di- ce este escritor; pues descubre un seereto que podia haber quedado enterrado, al declarar que los 200,000 hombres que franqnearon los Alpes en 1859, no fueron @ Italia i producir érden, sino desérden, y a favoreeer las ambiciones