BCCPAM000258-3-12000000000000

333 en cuanto pertenece al Sumo Pontifice; y este pa- so ha de ser el decisivo, y el que nos dé la clave para descubrir el principio de tanta malignidad, Hay que subir algo mas que al hombre; pues si bien él es el instrumento de la publicacion de Ja mentira, no es su padre. Nuestros lectores habran visto que desde el principio hemos ido como siguiendo los pa- sos 4 un agente oculto, que se ha ido insinuando en los consejos de los ambiciosos, para preparar por me- dio de ellos las armas, y Jevantar las huestes, con el fin de protestar abiertamente contra la verdad, y ata- car en todas direcciones 4 quien tiene en su sagrada personalidad la representacion de Dios en la tierra. Pues bien: ese es el autor de tanta mentira: ese el que procura aposentarse en los entendimitntos y corazones de los politicos poco escrupulosos, mal habidos con el érden establecido por Dios para el bien de la sociedad, y anhelosos por tener & los reyes y _principes atados al ominoso cabestro de su voluntad perversa. Repetimos lo que ya hemos dicho: los hom- bres que nacen reyes, parece que por lo mismo que han visto la primera luz entre grandezas, son natu- ralmente bondadosos y amantes de la rectitud; pero, si tienen la desgracia de rodearse mas tarde de con- sejeros pérfidos, suelen ser como la cera, que re- cibe con facilidad todo sello que se la quiera impri- mir. De consejeros ambiciosos, impios, y que no mi- ran 4 lo licito 6 ilicito de los medios, se forman muy hacederamente principes usurpadores, sacrilegos y amantes de la fuerza brutal, para llegar 4 obtener lo que desean. Es una especie de aborto moral, que de la pedagogia de un Séneca salga un ménstruo como Nerén; pero es una consecuencia casi necesaria, que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz