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328 eatdélicos, donde reinan las instituciones doctrinarias; y sean estas como fueren, el-resultado para la Iglesia es siempre el mismo. Alli el nuevo axioma de Iglesia libre en el Estado libre, no significa lo mismo que en otras partes: vistanse como quieran los hombres de las doctrinas modernas: ora cubran sus hombros con largo manto, recamado con orlas farisdieas, donde se ostentan palabras altisonantes de la ley de Divs, que _Miran con.la mayor indiferencia; ora tengan algunas palabras buenas, en las cuales protesten de su amor y respeto 4 los sucesores de los Apéstoles; el caso es que, unas veces con maneras muy suaves, otras, con insinuaciones muy severas, y otras, con érdenes apre- miantes, se rodea 4 los Obispos de cadenas para que no se mueyan, de grillos para que no anden, de es- posas, para que no accionen, y hasta se les quiere po- ner una mordaza para que no puedan hablar. En esos paises esa frase tan altisonante, de Iglesia libre en Es- fado libre, significa en toda verdad, Iglesia eselava en Estado tirano. Los hechos confirman nuestra asercion. ,No se sabe que hay gobiernos que quieren intervenir hasta en el nombramiento de sacristan para una ermi- ta, y que, con pretesto de concesiones imaginarias, se ingieren hasta en nombrar sacerdotes para cura de almas, sin contar con los Obispos? ;No los hay que se dan el pomposo renombre de conservadores de la moral religiosa de los pueblos, que asumen de- legaciones apostolicas para sostener la pureza del cul- to; introduciéndose en el santuario para mandar con plena autoridad; pretendiendo que los Obispos aca- ten una potestad que no existe; y arrogandose la de dirigir Ordenes 4 los sacerdotes en asuntos piramen- Be