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19 riodo de tiempo, qué no tenga relacion con Ja natu- raleza respectiva de esas entidades. La primera,4 quien, por tanto, no queremos dejarla condecorada con el titulo de entidad, por no ser mas que una pura negacion en el orden de la verdad y la moralidad, es como una especie de vendabal continuado que sopla eon furor contra un edificio, 6 como una agua mansa que rodea’ un vasto aledzar, y trabaja sin cesar por infiltrarse n sts angulos para socabarlo poco a po- co, 4 fin de que se desplome y caiga en ruinas. La segunda, ‘verdadera entidad tan magestuosa como celestial, no hace mas que poner sus manos como dos estribos 4 ese mismo edilicio, y buscar’ salidas4 esas mismas aguas para que no se estanquen al re- dedor de su aleizar. Fuerte es la primera, fortisima la segunda; astuta aquella, sabia esta; la primera des- truye, la segunda edifica; aquella desmorona, ‘esta repara, y en esta ocupacion no interrumpida se en- cuentran las dos, y no Ja dejaran jamds: aquella por- que asi lo quiere en su orgullo ella misma’y su pa- dre Lucifér; esta; porque asi se lo tiene mandado Dios. Vamos por eonsiguiente 4 describir lo que son estas dos entidades; pues si no lo hacemos asi, no podremos comprender con perfeccion el principio y el fin de los hechos de la revolucion consumada en veinte de Setiembre del aio actual. §1 Revoluciones y revolucionarios, Segun las inspiraciones de la ley natural y las prescripeiones del derecho piblico y de gentes, toda