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-. 298 Conviene, por tanto, descarnar este fantasma del respeto 4 los hechos consumados, y decir lo que'sig- _ nifica en el sentido genuino que le han dado los re- volucionarios. Es el derecho de la fuerza brutal, no el de la fuerza moral, lo que ha significado en Jos li- bios y en la mente de esos hombres la teoria de. los hechos consumados: es una decoracion teatral, de justicia hipécrita y de conducta criminal, lo que pretenden introducir en la sociedad. Prevalezca el mas astuto en defraudar al bien publico; el mis cini- co, en suplantar la justicia; el mas atrevido, en elu- dir la autoridad; el mas habil, en la venalidad y en dar la razon al oro vil; y el més valiente y arrastra- dor de las turbas, en Jevantar nueva bandera y cam- biar las instituciones de los pueblos: esto se ense- fa en ese derecho, Obténgase todo lo que se quie- re, sea con mahas indignas, sea con fraudes abomi- nables, sea con trastorno de la sociedad, sea con sem- brar el luto y la horfandad en las familias, sea como quiera, que, una vez consumado el hecho, empieza a tener fuerza legal el derecho; hé aqui lo que se pro-- clama en ese cédigo. A decir verdad, este derecho parece la resurreccion de las fibulas de los gigantus, y de los ciclopes mondéculos, que se tragaban Jas is- las, y con solo resoplar arrancaban los bosques de testas de amor con palabras, cuyo hdlito esta envenenado por sus aspiraciones ulteriores, no hay sino villanfa y trai- cion. Los primeros son leones que se presentan sacudiendo su melena y dando rugidos, lo que es un aviso para los que pudieran caer en sus zarpas: los segundos’ son tigres de piel dorada y de matices relumbrantes, que se arrastran con as- tucia, para dar salto seguro, y devorar la victima ansiada.

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