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287 !o, hicieron gracia de la vida al rey Agag, movidos 4 compasion, no otstante que Dics lo habia conde- nado & muerte. Y zacaso este hecho consumado did derecho 4 Agag para vivir contra el decreto de Dios? Léjos de eso, el profeta Simuel tomé la espada, y lo hizo pedazos en presencia de Dios. (1) ‘No ménos célebre es el hecho consumado de Acab en la poseston de la viiia de Naboth, vecino honrado del campo de Jezrahel. Precedieron al hecho muchas formalidades, al parecer legales, y de la misma espe- cie que las que estamos viendo por desgracia, que han precedido y acompatiado al despojo de sobera- nos legitimos, y en especial al que se ha consumado enla persona del Sumo Pontifice. Hubo requerimien- to pacifico por parte del rey al poseedor legitimo, al . enal contestd este diciendo que no le permitia su-con- ciencia, ni vender, ni permutar, ni ceder, la heren- -cia de sus mayores; y en este propdsito permanecid con una constancia, tan laudable como inflexible. Pe- ro muy pronto resolvié la cuestion la impia Jezabel: supo esta la historia, y entendié que su marido esta- ba melancdlico por la constancia virtuosa de Naboth; y entrando en el gabinete de su marido, le dijo con toda la procacidad de una mujer airada y sin freno: Vaya! ;@rande es tu autoridad, y gobiernas admirablemen- te a Israel! Levdntate y ten buen dnimo, que yo te daré la rina de Naboth. (2) Y en efecto, al poco salen de pala- cio los emisarios con patentes reales, destinadas 4 los grandes, mandandoles que se reunan en consejo, y paguen 4 algunos hombres malos, para que estos s» (1) I. Reg., cap. XV, v, 33. (2) Til. Reg., cap. XXI, v. 7,
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