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% Sarr 281 ducir ese derecho entre los hombres, mereceria que se le proclamase rey de los leones, 6 emperador de las dguilas rapantes; pero jde los hombres!, jamias, De esta degradacion de la razon humana se pasa necesariamente 4 la degradacion de la sociedad. Ha- llase esta constituida sobre ciertas bases, tan inmuta- bles como el que las echd como fundamento del gran edificio social, las cuales tienen una vida real en el sentido intimo de cada hombre, Cada hombre conoce, en efecto, que tiene el dominio util de su propia vida, que no le es licito destruir, porno habérsela dado él A si mismo, sino Dios, que es el verdadero propieta- rio deella. Cada hombre tiene en su sentido intimo la conviccion de que no ha de hacer 4 otro, lo que no quiere que otro le haga.d él. Por consiguiente, la ley del derecho de propiedad, que cada hombre tiene a lo adquirido legitimamente, es innata 4 esa primera nocion del sentido intimo; y la de su incolumidad y seguridad publica y privada, es tambien innata 4 la segunda. En el érden del derecho natural, y prescin- diendo por ahora de las, prescripciones del derecho divino, son estos principios infalibles, los que forman eso, que se llama hoy dia, Ja coneiencia publica, la de los gobiernos, la de los pueblos, la de la sociedad. jHabra por tanto sociedad racional posible, si se pre- tende introducir en ella el derecho de Jos hechos con- sumados? Nunca han sido principio de derecho los hechos, cualesquiera que sean: les actos conformes 4 razon y 4 justicia, no son mas que el desenvolvi- miento real del derecho que tiene a ejecutarlos el in- dividuo: el derecho es la luz que. esclarece el camino para obrar: los hechos justos son cl evistal terso, don- de refleja esa luz, pero jamdas los heches han encen-

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