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violenta, 6 quizis armada, no se atreven 4 desplegar sus labios? Todo eso es fuerza brutal, pues tiene por movil las pasiones. La fuerza moral reconoce por cu- na los principios rectos de razon y justicia; y ellos son _ los que estan protestando siempre contra los movi- mientos de las pasiones en el individuo y en la colec- cion de muchos individuos; y hay que tener presen- tc, que la fuerza moral yerdadera lleva en su mayor estension mayor prueba de su legitimidad sagrada; lo que no sucede con Ja faerza excitada por medios inicuos, pues tanto es mas brutal, cuanto mis crece el niimere de los que la componen. Las pasiones sin freno expresan siempre en el hombre la parte ptira- meate animal, por la cual se asemeja a los brutos; por consiguiente toda la fuerza que dimane de ellas, es de la misma naturaleza que su principio, {Es este brutal?; pues brutal es, y no moral, la fuerza que re- sulte de aquellas. Y esta, y no otra, es la que seanid empleando. ha- ce ya muchos aiios, para despojar al Vicario de Cris- to de sus dominios. No se engana jamds 4 toda una sociedad de hombres por corto. que sea su nimero; y si se la sorprende, la sorpresa es de corta duracion. Pues jqué! jno sabe bien la Italia, y no lo sabe Ja Eu- ropa, que alguno de tos que mis han contribuido 4 enaltecer los efectos de la Hamada fuerza moral, fué un caudillo que en Jos primeros meses del Pontifica- do del venerable predecesorde Pio IX, capitaneaba 4 — los revoltosos contra su autoridad en las margenes del Tiber? ,Se ignora acaso, que Jas sectas impias:han trabajado con empeiio infernal, para insinuarse en los consejos de los altos mandatarios, y que no ha faltado alguno de entre estos, 4 quien se le ha ame- j