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& : 217 dos del pueblo; la de poder estos deponer 4 sus de- legados, cuando quieran; la de poder anexionarse los dominios de otro soberano; la de no deber pagara los gobernantes el tributo que estos tienen derecho 4 percibir para mantener el érden piblico y-promover el bien general, si el pueblo no consiente en ello; con otras que son contrarias al derecho neha al divi- no, al de gentes. _ No hay ley alguna, en efecto, que autorice al hi- joa levantarse contra su padre, al menor contra el mayor, al pobre contra el rico, al sibdito contra el que ejerce sobre él autoridad y potestad. Ni tampo- co la aglomeracion de hombres con hombres, | por grande y numerosa que sea, puede crear un derecho legitimo contra otro que lo es. Si la ley de Divs pro- hibe 4 un sibdito rebelarse contra su rey, lo prohibe 4 dos, y 4 mil, y a cien mil, Si un ladron despoja al opulento, ladron es siempre, que no puede dar dere- cho legitimo sobre lo robado 4 ninguno quese le agre- gue, porque él no lo tiene; y por innumerables que sean los comparticipes, el derechono puede crearse, pues son ladrones ellos, como es ladron ¢1. El -hecho injusto no entraiia fuerza legal para dar derecho al que lo comete; no pudiendo resultar potestad legiti- ma en él, para trasladar derecho jasto, ni por cesion, ni por resignacion, ni por adopcion. Al contrario, Dios prohibe expresamente esos actos inicuws, anu-— lando como criminales los resultados de la union de muchos para levantarse contra yno. /lijo mio, dice a cada uno de los hombres, si los pecadores pretenden amamantarle, no los oigas. Site dijeren: ven con nosolros, pongamos asechanzas al inocenle, pues hemos de encontrar muchos haberes, y hemos de llenar nuestras casas de ri-