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215 es de su casa la zagala que no tiene mis posesion que una choza de césped; y tanto derecho de soberania defiende al rey de la agresion brutal de otro monar- ca, como al grande de su reino de una depredacion inicua de su mismo soberano, y al noble que posec feudosy castillos de la mano audiizde un ladron. Pues ;qué! ~No es tantoel derecho que tiene la niia tiers na sobre la horquilla‘con que prende el velo en su cabellera,-como el que tiene el general bizarro 4 la espada que pende desu tahali? Aquel hilo de metal arrancado 4 la nifa inocente con fuerza brutal, yno clamara con tanto derecho, como el sable arranecado por asesinos al noble guerrero, y no dirin uno y otro que quien los ha arrabatado, es un-ladron, que no puede poseerlos? Y {salen acaso estas voces del ma- yor 6 menor volamen del objeto, 6 del principio eter- no. de justicia, que asiste 4 quien posee una cosa, de Ja cual nadie puede privarlo eon violencia y tirania? Decir lo contrario, es convertir la sociedad humana enlainsociable sociabilidad de los brutos, y proclamar, ' para los hombres la ley y-el derecho del leon, que por tener zarpas de temple de acero prevalece sobre elternero; y la justicia y equidad del lobo, ante el cual el cordero no puede alegar derecho alguno para no ser deyorado. a Siasi fuera, repetimos, habria que borrar de las sagradas paginas los monumentos, en que consta la donacion hecha por Dios de reinos y provincias 4 un solo hombre, instituyendo para su descendencia el _derecho hereditario; como lo hizo con Abraham, a quien prometié la posesion de toda la tierra de Ca- naan, dandole dominio pleno sobre ella, y sobre to- dos sus habitantes; y trasladando 4 su cetro y 4 su

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