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212 leza, en cuanto 4 su origen y sus efectos: obedecer con respeto, servir con lealtad, considerar en la au-. toridad una atribucion venida del cielo, y rendir, 4 quien tributo, tributo: é quien gabela, gabela: a quien le- mor, lemor: & quien honor, honor; estando sujeto a la au- loridad, no por su propia eleccton, sino porque asi es ne- cesario: no porque lleva espada el rey como ministro del hey celestial y puede castigarlo, sino por un debor de con- crencia. (A) — Sobre estos principios de derecho aston y divi- no, fund6é Dios la sociedad humana; y en ellos radica Ja politica sana de los pueblos, con cuya observancia todo armonizaen la sociedad, y dé frutos de paz y de ventura; lo superior esta en relacion intrinseca con lo inferior, y lo inferior con lo infimo; el derecho y el deber se favorecen con mitua reeiprocidad; la des- igualdad esencial que reina entre quien manda y quien obedece, se allana ante la igualdad moral, que resulta de la aplicacion desapasionada é imparcial de la ley y de la recta administracion de justicia; la paz - se conserva en el seno de los pueblos, y se consolida la alianza con las demas naciones: Pues jqué! ;No es un insulto 4 la Divinidad el suponer, siquiera, que Dios confiere el derecho de mandar 4 uno, y no im- pone la obligacion de obedecer 4 otro? Tan poco sa- bio se pretende hacer 4 Dios, que constitnya la esen- cia de la autoridad paterna en la aceptacion de los hijos, y la del superior en la union de los stbditos pa- ra aceptarla? Seria necesario decir entonces, que la rebelion esta justificada en los prineipios del derecho natural y divino. Es esto una blasfemia, la blasfemia (1) Rom., cap. XII, vv. 5, 6.