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199 escena ulterior llegara; siendo Dios quien levante el telon que la revolucion ha corrido, creyendo que el drama esta terminado: falta la escena tragica, para la cual él mandara é los que vienen de lierras lejanas, del punto mds allo del cielo. No importa que la revolu- cion diga que, si bien «los soldados italianos se han de- bido abrir paso 4 cafonazos, para entrar en la ciudad eterna; no eran estos disparados ni contra la Iglesia ni contra el Papa, sino contra un soberano semejan- te 4 los demas soberanos de la tierra;» (1) pues aquel que manda 4 losejéreitos, sabe que no es asi, no ocul- tindosele los secretos de los corazones revoluciona- rios; y nosotros sabemos que el Sumo Pontifice re- presenta 4 Dios en la tierra, y por consiguiente sa- bemos que esos aparatos de guerra se han armado contra Dios; y estamos ciertos de que la revolucion que la disparado cafionazos contra el Papa y ha ar- rojado bombas sobre las basilicas en que reposan las cenizas de los Apéstoles, y donde esta realmente Je- sucristo; se los tirarian 4 este, si estuviese visible- mente de rey en Roma, y. no perdonaria al Principe de los Apdéstoles, como no respeta su Sucesor: nos- otros sabemos que ese soberano no es como los de- mas, ni por sus derechos 4 ser rey, ni por su insta- Jacion en su trono, como lo hemos dicho ya, ni por su gobierno enteramente paternal, y sobre todo, ni por reunir por derecho divino en su persona real la dignidad mas grande que hay en el mundo de Virey del.Rey de los reyes y emperador de los siglos. Y la Europa y el orbe saben, que ni 4 ese soberano, ni 4 (1) Gazzet. del Pop., 4 Ottob, 1870, n.° 12, pig. 45, col. 8, lin. 6, a,

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