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==) — que puede compararse con aquella de quien habla Salomon: Facta est quasi navis institoris de longe portans panem suum (1). Es como el bajel de un mercader, que trae de lejas tierras el pan para mantener sus niñas y edificar su Monas- terio. . Así se verifica: con las limosnas que trae se regresa á esta Ciudad otra vez: edifica estas paredes, esta Casa, esas vivien- das, en donde no hay piedra que no clame y publique á voces la caridad de la Madre Isabel, áun la que ella no pudo colo- car. Hace viviendas para doce Beatas, Iglesia, coro, pátio: compra dos casitas para ayudarse: vedla yá rodeada de niñas entregadas á su educacion, sirviéndolas, aseándolas y siempre velando sobre sus costumbres. Yá está en su centro, yá des- cansa, yá sosiega. Para conseguir esta su apetecida felicidad, no diré lo que además de lo dicho le hicieron pasar las cria- turas. ¡Qué contradicciones! ¡Qué criticas tan sangrientas! ¡Qué tempestades suscitadas por las idéas siniestras que levantan las pasiones! Basta saber que todas las obras de Dios están marcadas con esta señal, que todas son reprobadas por- el mundo, que todas llegan á su perfeccion al través de millares de penas y zozobras: lo mismo sucedió con Santa Teresa de Jesus, lo mismo con el Seráfico Patriarca, y lo mismo con.los que han emprendido obras gloriosas al Cielo y de terror para los abismos: mas el corazon de la Madre Isabel ha podido con todo por la comunicacion del poder del Señor, que lo hizo semejante á las playas de los mares para que pudiese ejecutar el designio para que la elegia: Dedit ei Dominus.... latitu- dinem. Señores, aún no he concluido: es menester que vea- mos de qué arbitrio se valió la Madre Isabel para la perma- -nencia de esta Casa: estos no fueron más que una gran con- fianza en la próvidencia del Señor. con que llenó su generoso corazon. Dedit. (1 Parab. Salom. 3. E AN 3