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a. dar así á la grande obra de su fundacion: pero..... ¡Oh, Dios mio, qué cierto es que los caminos tuyos son ocultos y escon= didos, y que conduces por ellos á los que Aú amas y escoges para que sean conformes á tí en la tribulacion yla amargu- ra! El Cabildo Eclesiástico se niega á Var su permiso porque no traia los documentos correspondientes. Cualquiera otro que no hubiese sido el corazon de la Ma- dre Isabel se hubiera extraordinariamente sorprendido, y pe- saroso de una resolucion tan desastrosa hubiera recurrido al dolor, al arrepentimiento y á las amargas quejas. Mas el co- razon de la Madre Isabel está lleno del espíritu del Señor: es una roca incontrastable contra quien nada pueden los fuertes huracanes de las vicisitudes humanas: su alma pura tiene in= mensos senos donde guarecerse: Dios está allí mismo con ella, y nada puede acobardarla. En sus mejillas nose advierte ni una lágrima, de sus lábios no sale el acento triste del senti- miento: no se amilana, no se intimida. Bien y ¿ahora que hará en un país tan remoto, sin conocimientos, sin relaciones y sin tener siquiera los tristes recursos de la mendicidad? Obser=- vadla: otra vez se embarca, atraviesa de nuevo los inmensos mares, sufre con gusto las molestias de tan. largo y penoso viaje, y regresa á España con tal tranquilidad de espíritu, con una paz tan dulce y sosegada como si nada le hubiera súbe- dido. No iba más gustoso Abacuc cuando el Ángel-lo arreba- tó por los aires para conducirlo á Babilonia, ni Jacob cuando regresó á su pátria cargado de riquezas, como Isabel en los peligros de su navegacion. Ella considera en sus trabajos la voluntad del Señor, y esto le es suficiente para serenarla y animarla. Llega á España, pide las licencias necesarias al Gon= sejo, y obtenidas, miradla yá segunda vez de camino para Mé- jico, sin que haya quien pueda detenerla. ¡Oh, Dios mio! ¿Quién ve este espectáculo sin estremecerse, al reflexionar el cargo que nos aguarda en el severo tribunal de Dios, cuando .allí sea confundida nuestra tibieza y flojedad con la presencia,de estos heroismos que inspira el amor santo? Mortales, desen- a EAS a + AS És A

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