BCCPAM000253-1-12000000000000

== piedad y virtud; el modelo al mismo tiempo de una juventud tierna, que habia de sacar de esta fuente pura las aguas sa- ludables de virtudes y de doctrina, con que habian de edificar á los claustros, ó á sus casas en las distintas elases de la so- ciedad en que fuesen colocadas. ¡Oh, qué virtud tan heróica se necesita para tanto! Pues todo se lo concedió el Señor con tal abundancia, que se puede decir de esta mujer insigne lo que de Salomon afirma el Espíritu Santo: Dedit (ei) Domi- nus..... latitudinem cordis..... que el Señor le concedió an- chura de corazon y de espíritu para que pudiese ser la ma- nifestacion más expresiva de la santidad de Dios. La Madre Isabel de la Santísima Trinidad no tuvo una cuna ilustre, no fué una de aquellas matronas que el mundo ce- lebra por su nobleza, por sus caudales, mi tampoco por su extraordinaria hermosura; fué sí una pobrecita, natural de esta Ciudad insigne, fecunda madre de héroes, en el barrio de la Macarena. Nació por los años de mil seiscientos noventa y tres y fué bautizada en la Parroquial de S. Gil. Nada sabemos de su niñez; pero no arriesgarémos la gravedad de este sitio en afirmar que fué extraordinaria, y que en ella no se vieron los defectos de la edad pequeña, como de Sta. Inés lo afirma el P. S. Ambrosio (1), puesto que habiéndose quedado huér- fana, á los yeinte y cinco años de su edad, formó la valerosa resolucion de despedirse del mundo y tomar el hábito des- cubierto de Beata del esclarecido Órden de la Santísima Tri- nidad. Señores, yo no quiero pasar con rapidez sobre una accion que me dá grandes luces para conocer el corazon de la Ma- dre Isabel de la Santisima Trinidad. Nadie ignora lo que pue- de el mundo sobre el espíritu de una jóven: el qué dirán, el miedo de singularizarse y llamar la atencion, basta para se- parar una doncella de pocos años áun de las prácticas más precisas para la salvacion! El mundo es un ídolo á quien to- (1) S. Amb., ubi supra.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz