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MO corazon como las arenas que están en las playas de los ma- res, para que pudiese realizar el proyecto más útil, más glo- rioso, pero al mismo tiempo más dificil, que se puede pre- sentar á una jóven. Hablemos con método. La Madre Isabel de la Santísima Trinidad recibe del Señor la comunicacion de su espíritu, dilatándole el corazon como son dilatadas y gran- des las arenas de las playas en los mares, para que en la eje- cucion de sus designios, sea á los ojos del mundo la manifes- tacion más luminosa de la Santidad de Dios, de la Omnipo- tencia de Dios, de la inefable Providencia de Dios. En la Madre Isabel de la Santísima Trinidad, fundadora de esta Casa, resplandece la Santidad de Dios, porque llenó su gran corazon de virtudes heróicas y proporcionadas á los fines á que la elegia. Primera proposicion. En la Madre Isabel de la Santísima Trinidad resplandece el poder de Dios, porque llenó de su fuerza y amplió su co- razon para que pudiera ejecutar la obra á que la elegia. Se- gunda proposicion. En la Madre Isabel de la Santísima Trinidad brilla en gran manera la Providencia de Dios, porque llena de su confianza fundó sin otros socorros esta obra á que la destinó el Señor. Tercera proposicion. Más claro; el corazon de la Madre Isabel, dilatado porel Señor como las arenas de los mares, para que pudiese ser en la fundacion de esta Casa el teatro de la Santidad de Dios, por las virtudes con que la enriqueció; el teatro del Poder de Dios, por la constancia con que emprendió esta obra, y el teatro de la Providencia de Dios, por la confianza con que animó su re- solucion, vá á ser la materia de mi discurso. ¡Oh tú, Dios y Señor mio! que te glorías en la confusion de los orgullos del mundo y en la exaltacion de los pequeñue- los, despreciando á aquellos y valiéndote de éstos para las obras inefables de tu sabiduría y que te has comunicado de una manera tan inefable á tu sierva Isabel, fija tus ojos be- nignos sobre este pueblo escogido, abre en esta mañana los