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== 7 == delicada? ¿Qué lugar puede ocupar una tierna doncella al frente de un poderoso ejército de combatientes? Unas manos que jamás han tocado el sable, ¿podrán desbaratar filas de aguerridos? Pues esta medida, que no se adoptaria en ningun gabinete de los fuertes del mundo, se escoje en el de Dios: un ejército feroz y acostumbrado á los laureles y triunfos, un enjambre de Asirios, que podria aterrar al mismo Alejandro, perece y se desbarata: el palacio de su Príncipe, que 5e creia con fuerza para subyugar la tierra toda bajo su cetro de hierro, se cubre de luto, sólo porque una mujer hermosa ha tomado sobre sí la defensa de su pátria. Ella y no los generales del ejército del Señor se levanta con los magníficos elogios y pomposos títulos de gloria de Jerusalen, alegría de Israel, y honra de todo su pueblo (1). Por otra parte, ¡qué triunfo tan luminoso para su poder, libertar á toda una nacion que ha- bitaba en los vastos dominios de Asuero, y se veia yá pros- cripta de los horrores de una muerte cruel, aniquilar al favo- rito que la habia maquinado, y hacerlo espirar en los mo- mentos mismos en que se creia más dichoso, arrebatándolo desde el estrado al cadalso, sin hacer para ello más que pre= sentar ante el trono de un Soberano las quejas de la preciosa Estér! ¿De quién se valió el Dios fuerte para la ruina de Si- sara, para la libertad de Joas hijo de Ocosias, y para otras innumerables maravillas, sino de mujeres? Ellas han hecho prodigios de valor, han sabido manejar la espada, y han sem- brado de espanto los pabellones de los soberbios: se las ha visto hacer frente á los generales más aguerridos, defender sus pátrias, y ser el consuelo de los miserables, cuando el Señor ha tomado sus corazones en sus manos, los ha llenado de una virtud poderosa, les ha comunicado su espíritu de sabiduría y de fortaleza, y les ha dicho: No temais, yo estoy con vos- otras. Entónces yá no es tan raro eomo pondera Salomon el hallar una mujer fuerte: entónces salen de su pequeña esfera, (1) Judit., e. 2.

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