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MZ _— su celo y su caridad á cuantas huérfanas pobres y desvalidas puede sostener el Monasterio, admitiéndolas hasta la edad de diez años. Reciben tambien pupilas, á las cuales asisten, edu- can é instruyen con toda distincion y esmero. En el dia se cuentan hasta diez y ocho. Veamos ahora los rayos luminosos y brillantísimos que despide este hermoso astro, Acerquémonos á mirar con in- mediacion el Beaterio de la Santísima Trinidad en el acto de educar á sus huérfanas. Hasta aquí no hemos hecho más que admirar la fachada magnífica de este hermoso palacio de la Religion; entremos yá en su interior, y examinemos los dis- tintos ramos de educacion en que las forman é instruyen y quedarémos pasmados. S. XIL Instruccion brillante que se dá á las niñas, prin- cipalmente en la Religion Sagrada. El primer -objeto de estas maestras, es hacer á sus niñas útiles no ménosá la Religion que al Estado, Para conseguirlo, su primer paso es la instruccion religiosa, haciéndoles co- nocer por principios sólidos las obligaciones que contrae un cristiano con su Dios, con la sociedad, consigo mismo. Un verdadero cristiano, que ama su profesion, es un'ser útil á la sociedad. La Religion es al modo de un nudo sagrado, que aprieta á sí misma todas las demás virtudes; el que recibe ésta, las admite todas, y el que ésta repudia, arroja de sí al mismo tiempo todas las virtudes sociales. Un cristiano debe saber, que nada place tanto á su Dios como la inocencia de la vida; el conservarla con toda limpieza es un cuidado que siempre le punza: él se guarda con grande esmero de empren- der cosa alguna que esté en oposicion con las leyes divinas; mira con horror manos teñidas en sangre inocente, cuerpos afeminados ó corrompidos con la molicie, sobrecejos levan- tados con la arrogancia; teme introducir unos miembros im-