BCCPAM000253-1-12000000000000

a La utilidad mayor de cualquier república, familia ó co- munidad, se vincula y radica, decia un filósofo, ¿en la edu- cacion de los niños (1). Si ésta se practica debidamente, están de más las leyes. Sólo ella basta para reformar las costumbres. El antiguo Sócrates (2) se dedicó á instruir la juventud, y viéndole un amigo suyo ocupado en cosa á su parecer agena de este gran filósofo, le dijo: «¿Y por qué sien- do tú tan apropósito para dirigir la república, no la mandas ni gobiernas, sí aspiras á su mayor utilidad?» Y el filósofo le contesta: «Mayor beneficio le hago en for- marle buenos ciudadanos, que sepan dirigirla, que cuanto le podria hacer aplicando mis talentos á gober- narla» (3). ¡Sábia espresion! Ella denota una verdad acre- ditada por la experiencia de todos los siglos, y demostrada en las historias de todas las naciones. La naturaleza está de acuerdo con esta razon. Lo que se concibe en los ni- ños, jamás se borra. El hombre lleva hasta las sombras del sepulcro las primeras impresiones de su infancia. «El jóven, dice el Espíritu Santo (4), sigue el camino primero; áun cuando llegue á la vejez, no lo dejará.» Alcides vence serpientes en la cuna, y después despedaza mónstruos. Cár- los Y no gusta más que de armas, peleas y caballos; des- nuda la espada para irritar 4 un leon, y hace otras tra- vesuras de esta clase cuando niño; después se le halla or- denando ejércitos, rompiendo escuadrones, postrando herejes y batiendo á los moros por extender la Fé de Jesucristo. Casio, en su infancia, dá al niño Fástulo una bofetada, pre- sagiando con este hecho la conjuracion horrorosa de que habia de ser cabeza cuando llegase á ser hombre, metiendo or O el puñal á Julio César. Todo el interés de las naciones se (1) Apud Beyerlink. theat. vit. Apostegm. Christ. (2) Erasm. 1, 3., Apost. (3) Beyerlink. Apostegm, Christ. (4)— Prov. 22., 6.