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rs Doña Maria de Aguilar, religiosa del Órden (1) del Espiritu Santo, señora muy recomendable por su piedad y nobleza, fundó Monasterio de su misma Orden para recoger en ól niñas huérfanas: por su fallecimiento quedaron éstas á cargo de Doña Inés Mendez de Sotomayor, que se titulaba Comendadora del Monasterio de Sancti Spiritu; mas no sabemos cuánto tiem- po duró en su ejercicio este Establecimiento. En el dia está reducido á la educacion de doce niñas hobles, dotadas en el año de 1714 por el Emmo. Señor Cardenal D. Manuel de Arias, Arzobispo de Sevilla, educándose en Colegio unido á dicho Convento. Siempre debe considerarse esta Gasa como uno de los brillantes astros que ilustran á la Ciudad, por las luces de religiosa instruccion que derrama y por la educacion fina que dán á las niñas que se crian bajo su prudente y sibia direccion. La otra especie de hospitalidad en la Parroquial de Santa María Magdalena, que tuvo principio por los años de 1585, es la misma que Alfonso Morgado nombra de los Niños perdidos, fundada por el M. R. P. Mtro. y despues Provincial Fr. Diego Calahorrano, del Órden de Predicadores, juntamente con al- gunos ciudadanos celosos del servicio de Dios para acoger cria- turas huérfanas y forasteras desamparadas, vestirlas, criarlas y reducirlas á mejor y más cristiana educacion; pero espe- cialmente á las niñas, y así fué el título de esta obra pía: «para amparar y socorrer á las niñas pobres y desamparadas de esta ciudad de Sevilla, y que vienen de fuera, y en ella por no tener particular recogimiento andan vagantes y ú peligro de perderse.» El Emmo. Señor Arzobispo Gar- denal D. Rodrigo de Castro favoreció el instituto: el primer asiento de la Hermandad fué en el Convento de Santa María de Monte-Sion, del sagrado Órden de Sto. Domingo (2). Para su gobierno buscaron dos mujeres de buena vida y ejemplo, de que resultó muy grande beneficio al público, porque no habia (1) Zúñiga, An. de Sev., año 1540, n. 4 (2) Zúñiga, año de 1540, n. 14.