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=> por no hallar en esta Capital remedio en sus necesidades, cura en sus dolencias y amparo en su desnudez y miseria? ¿Quién perecerá de necesidad por no hallar aquí objetos en que emplear su industria, para buscar con el sudor de su fren- te el alimento que necesita? ¿Qué niño, sea de uno ú otro sexo, podrá verse en esta Ciudad como aquellos de quienes habla el Santo Jeremías, ya muertos de necesidad en los brazos de su matlre, exhalando sus almas en el seno que les dió la vida, ó ya perdidos por las calles en una orfandad miserable, pidien- do el pan y no hallándolo? En Sevilla hay consuelo y alivio para toda indigencia, hay hermosos edificios consagrados al bien de la humanidad afligida, cualquiera que sea su dolen- cia. Pocos pasos se darán por sus numerosas calles, sin que se admire aquí un hospital para curar tales enfermos; allí un colegio de instruccion pública; más allá una casa de miseri- cordia para multitud de objetos de beneficencia; en otra parte una casa de caridad para ancianos impedidos; otra para cor- reccion de jóvenes extraviados; otra para los reciennacidos abandonados; otra para mujeres que no pueden valerse; otra para venerables Sacerdotes; muchas para instrucción pública. Entre estos se cuenta un célebre Seminario para niñas huér- fanas pobres y desvalidas, erigido por el incomparable celo de la Madre Isabel de la Santísima Trinidad. En él recibe un lustre, que excede á todo encarecimiento, la Religion Santa y el Estado mismo: 8. IV. Qué otros establecimientos se han visto en esta Capital erigidos en favor de los huérfanos. Dos excelentes, útiles y recomendables casas se habian establecido en esta Ciudad con el mismo objeto; pero la pri- mera ha tomado otra disposicion de la que tuvo en su origen, y la segunda, siendo en sus principios muy floreciente, vino á quedar tan reducida que casi yá habia espirado y concluido.