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2335 - Decimo día te turbas por muchas cosas. No re. probó en ella la” diligencia , vi Jo cuidadosa que andaba ; sino la prisa con que se fatigaba, y 5 turbaba: aquella era digna de ala. banza, y esta de reprehensions Ella queria obrar demasiado presto, y el Salvador la advirtió,que no se podia hacer presto tanto, y ha. cerlo bien$ y que siempre se han ce bastantemente presto, quando se llega d hacer biem lo que se debe. Acontece muchas veces, que por la variedad de cosas que se ofrecen executar en un mismo tiempo , es necesario apresurarso pero en tales ocurrencias se de be advertir, que la prisa no sea desmesurada g de tal suerte”, que se atienda mas 4 despacharse pres- to, que a hacer bien lo que se hace. Toda nuestra prisa ha de ser aconsejada , prudente , y s- biamente moderada y de tal suer. te , que nuestro animo esté sicm- - 0