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OLEGARIO DE BARCELONA EN VENEZUELA 315 de «identidad» y «vocación». El P. Olegario se siente por vocación «misionero». Lejos del continente europeo, al otro lado del Atlántico, los acon– tecimientos políticos iban tomando nuevos rumbos, particularmente en los países bolivarianos. En enero de 1830 Simón Bolívar renuncia como presidente de la Gran Colombia, mientras que José Antonio Páez convoca a «su congreso» a realizarse en Valencia en abril de ese mismo año. Páez dice tener el apoyo popular, para no perder el mando. En definitiva lo que busca es independizarse de la Gran Co– lombia, y convertirse en el Presidente de Venezuela. Y lo logra. Pero le toca afrontar muchas tareas, entre ellas «la cuestión indígena». Páez y su gobierno, ya desde 1831, parece que sintieron preocupación por este asunto, pero no será hasta su segundo mandato (1839-1842) cuando se concretice en hechos. Eran conscientes de que las misio– nes eran el medio más apropiado y fructífero para con los indígenas. Así el 1 de mayo de 1841 el Congreso publica una ley sobre «su reduc– ción y civilización», en la que se facultaba al poder ejecutivo para que promoviese los medios más adecuados. El Gobierno comisionó al Pbro. José Manuel Alegría para que fuese a Roma a buscar misio– neros. Allí Gregario XVI lo atendió. Se pedía especialmente a los capuchinos españoles para dichas misiones en Venezuela, lo cual coin– cidió con que muchos de ellos se hallaban en Francia e Italia debido a la exclaustración española. Dichos capuchinos se ofrecieron a venir a Venezuela. El P. Fermín de Alcaraz, por aquel entonces Comisario Apostólico Capuchino, se comprometió ante el Papa a enviar por lo menos 30 frailes a Venezuela, que sin duda fueron más. El Papa les concedió amplias facultades en su tarea ministerial y de administra– ción de sacramentos. El P. Olegario será uno de los que se ofrecen para esa nueva tarea. Y allí es destinado. El 26 de mayo de 1842 dichos capuchinos parten de Marsella en el barco Nueva Elisa rum– bo al continente americano. Así, después de 48 días de travesía, llegan a Cumaná el 9 de julio. Veinte misioneros se quedaron allí, embar– cándose el resto para La Guaira a donde llegan el día 15. El P. Ole– gario es uno de los que se quedan en Cumaná, 3 a fin de ir próxima– mente a misionar a los indígenas de aquella zona. Il. S ITUACIÓN DE LA V ENEZUELA DEL SIGLO XIX Cuando el P. Olegario llega a Venezuela la situación política y social estaba aún convulsionada, la economía no levantaba cabeza, 3. Cf. Cayetano de CARROCERA, La Orden Franciscana en V enezuela. Documentos para la historia de sus Misiones en esta República durante el siglo XIX, Lit. Mercantil, Caracas 1929, pp. 27-36.

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