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OLEGARIO DE BARCELONA EN VENEZUELA 333 relevo estaba hecho, por eso el P. Olegario muere en 1900 en la paz del Señor y con la alegria de saber que todos los esfuerzos perso– nales y de muchas generaciones no habían sido en vano. Con estos hermanos recién venidos tuvo un especial afecto, y éstos supieron corresponder fraternalmente. Olegario de Barcelona no sólo es pieza clave en el relevo de los capuchinos, sino también en la restauración de la vida religiosa feme– nina en Venezuela. Ante la negativa acérrima del Gobierno de Guz– mán Blanco frente a la vida religiosa, y especialmente a los religiosos extranjeros, comienza a pensarse que hay que instaurar la vida reli– giosa mediante «congregaciones nativas». Así, el P. Olegario, junto con el Pbro. Calixto González -rector de la iglesia San Francisco y encar– gado de la Orden Tercera de dicha iglesia-, apoyaron la fundación de la «Congregación de las Hermanas Terciarias Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús, de Caracas», efectuada el 4 de octubre de 1890, donde el P. Olegario tomó los votos de las 6 primeras hermanas profesantes. 36 Su fundadora, la Hermana Isabel Lagrange Escobar, se dirigió espiritualmente por bastantes años con el P. Olegario. Éste aportó mucho en la elaboración de las primeras «Constituciones» de dicha Congregación, aprobadas en 1896. Supo plasmar en ellas lo que era el sentir y vivir franciscanos. ¿Qué referencia de vida religiosa mixta (activa y contemplativa) podían tener estas hermanas u otras en Venezuela, si hacía muchas décadas que habían desaparecido las Congregaciones de varones de vida activa y contemplativa y de vida religiosa femenina sólo conocían a las monjas de clausura? Sin duda que la vocación franciscana, identidad y experiencia de vida religiosa del P. Olegario tuvieron que constituirse en referencia fundamental, pues para esas alturas de finales de la década del 80 ¿qué religioso había en Caracas? Sólo un año antes de fundarse esa Congregación llegan las Hermanas de San José de Tarbes, y se fundan las Herma– nitas de los Pobres de Maiquetía (congregación venezolana fundada por el Pbro. Santiago F. Machado y la madre Emilia Chapellin). Y el mismo año 1890 llegan las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Desde 1885 el P. Olegario había sido nombrado Capellán General de los Hospitales de Caracas. Esto le permitió entrar en contacto directo con todas estas nuevas congregaciones religiosas femeninas venezolanas o que vienen del extranjero, pues todas ellas incluyen en su apostolado la atención a los enfermos. Está muy cercano a la vida religiosa que nace o se restaura en Venezuela. Su cariño para aparece en la Crónica que hemos citado de Melchor de Escoriaza. Por lo tanto, estarían con el .P. Olegario aproximadamente del 14 de mayo al 20 de octubre de ese año 1892. 36. Cf. El «acta fundacional» de dicha Congregación.
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