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332 JESÚS DE LA TORRE ) 1894 en Cantaura. Y en Caracas se halla el P. Olegario de Barcelona, que desde 1882 había vuelto a vestir el hábito capuchino e incardi– narse a la Orden. Finalmente una esperanza se abre con el Presidente Raimundo Andueza Palacio (1890-1892) de que vuelvan los capuchinos a Venezuela, pues el Gobierno -en fecha del 27 de octubre de 1890- da una resolución de traer misioneros para atender las misiones indí– genas. Se le encarga al arzobispo de Caracas, Críspulo Uzcátegui, que haga las diligencias. Va a Roma a hablar con León XIII, y éste le remite al P. Joaquín de Llevaneras, provincial de Castilla (España). Éste no envía los 50 misioneros capuchinos que solicita el Gobierno venezolano por escasez de personal, pero sí envía 8, para comenzar. 33 Salen de Vigo (España) el 22 de noviembre de 1891 y llegan a la Guaira el 9 de diciembre de ese mismo año. Los capuchinos sobre– vivientes de la generación de 1842 veían colmado su anhelo de encon– trar su relevo y continuar con una presencia de «vida fraterna» entre los «menores de Venezuela», los indígenas. Es el P. Olegario quien les transmite su sabiduría, y esas enseñanzas entrañables que se dan entre los hermanos, y que a su vez recibió de viva voz de sus her– manos del tiempo de la colonia. La casa sencilla del P. Olegario no da para tanto huésped, así que los recién venidos capuchinos se hospedan momentáneamente en el local de la Orden Tercera de San Francisco, y después en el local adjunto a la iglesia de La Merced, que a partir de octubre de 1892 será su residencia definitiva. En ese año de 1892, de mayo a octubre, ese grupo de capuchinos -aún sin lugar fijo ni entrada a las misiones- se había dispersado por Cara– cas y el interior a fin de buscar un lugar donde fundar. Los Padres Serafín de Mendata y Melchor de Escoriaza 34 fueron a convivir con el P. Olegario y ayudarlo en su ministerio. También estuvo algún tiempo en dicha casa parroquial el P. Francisco de Mendata. 35 El 33. Esos ocho primeros capuchinos que llegan el 9 de diciembre de 1891 son: los padres Francisco de Amorebieta (superior) y Serafín de Mendaza; los coristas (estudiantes) Francisco de Mendata, Antonio de Sopeña y Melchor de Escoriaza; y los hermanos legos Pedro de Ascarza, Santiago de Beniarrés de Rafelbuñol. Cf. Cayetano de CARROCERA, Cincuenta años de apostolado de los PP. Franciscanos Capuchinos: 1891-1941 , Escuelas Gráficas Salesianas, Ca– racas 1941, p. 6. 34. Cf. Melchor de EscoRIAZA, Crónica de Las Misiones Capuchinas en Venezuela, Puerto Rico y Cuba desde el año · Je 1891 hasta el Je 1909, Tip. La Religión, Caracas 1910, p. 26. 35. Si nos atenemos al libro de bautismo de la parroquia de la Divina Pastora de Cara– cas, y damos por admitido que el tiempo que aparecen bautizando es el tiempo que residieron allí, los datos revelan lo siguiente: quien primeramente va a convivir con d P. Olegario será el P. Melchor de Escoriaza, quien realiza su primer bautiw el 14 de mayo y el último el 6 de octubre. Estará allí de manera permanente. Más esporádicamente estuvieron, al parecer por los bautizos distanciados que hacen, el P. Serafín de Mendata (bautizando por primera vez el 16 de junio y por última el 8 de octubre) y el P. Francisco de Mendata (bautiza por primera vez el 8 de agosto y por última el 20 de octubre). La referencia a este último no

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