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39 - lo consu; admirable doctrina y -egem- plo; como las cosas terrenas son la per- dicion de las almas cuando se hace mal uso de ellas, nos enseñó que apartase- mos el. corazon de ellas y lo elevase- mos á las celestiales; la codicia del: mun- do, las riquezas, deleites y honras tem- porales nos arrastran al pecado; Jesu- cristo consu doctrina y egemplo nos enseñó á carecer de ellas y á:-que las despreciasemos c mo viles y contrarias á. nuestras almas y que amasemos to- das las virtudes, y que nos abrazase- mos econ los trabujos, penas y.afrentas, | y asi como el Señor nos dió estos ad- | mirables egemplos, nós las hizo fácil de sufrir. De esta manera toda la vi- da que el Señor hizo en el mundo apa- reciendo en carne mortal nos fue egem-= plo y doctrina viva de las virtudes que debiamos tener y «practicar: asi pon= dera S. Agustin la grandeza del bene- ficio que Dios nus hizo de la Encar- nacion de su Hijo, tan perfecio egem- plo de toda virtud, y que abraázase to- dos .los medios «aun los- mas penosos y amargos, viles y afrentosos, para hacer-= nos suaves, fáciles y honrosos y: ama bles, por:eso el Espíritu Santo movió ó ! :

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