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391 “ciones :le..ocurren, y que contienen el libro que traen,en sus. munos, pues aun- que sean piadosas y edificantes, pero son mur: agenas del Santo Sacrificio de Ja Misa, en que la religion nos recuer- da el gran Misterio: de nuestra Reden- ciou. Esta práctica en alguna manera es un desprecio intolerable de la San- ta Misa, porque si en las juntas parti- culares merece una severa repreensión aquel que se distrae de ¿la materia Ó asunto de que se trata con otras COn» yersaciones agenas é impertinentes ¿qué podrémos juzgar del que se enaygena distrae de esta manera en el ¡Sacri- ficio de la Misa? Este defecto se de- be remediar prontamente, hacia El último modo se puede practicar pero amonesto átodos los que están en- cargados en «la educacion de la juven- tud los imstruyan en las oraciones de la, Liturgia. Ó cualquiera otra que sea análoga á este objeto por que esta ¡g- norancia .es . repreensible pero si por- olra parte están instruidos en el obje to del Sacrificio, y son incapaces de opor pur todo el tiempo de: la isa en un estado de adoracion y re= cogimiento, no es justo prohibirles que