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196 : Las ondas de los aires cristalinos, Y con las voces que á concierto quiebran, Como Dios las enseña le requiebran, Apenas de la nueva la alegria Entró gozosa por las altas puertas, Cuando la ya fecunda, un tiempo fria, Las de su Ansiano pecho monstró abiertas: — Y al que callando penitencia hacia, Porque dudó de las promesas ciertas, Por señas su ventura le declara 4 Volviendo roja la nevada cara. | Manda luego que todos los Pastores, Labradores, baqueros, y gañanes, | Corten suaves olorosas flores A Ramas de mirto, y hojas de arrayanes: - Y que entre diferencias de colores, Salgan, cuanto posible sea, galanes A recibir la Prima siempre hermosa, Que viene á hacer su casa venturosa. El Gran José, y su consorte cara, Reciben los Pastores venturosos y Con gozo grave, y con risueña cara ' Estimando sus animos gozosos: | Ellos mirando la magestad rara De los Nobies Santúistmos Esposos, Se elevan, se snspenden, y enamoran, Su gracia admiran, su belleza adoran. - Con nuevas invenciones de ulegrias Llegan á ver las puertas venturosas, > a)